Skip to main content

Un partido de beisbol a mitad del día, entre semana, es normal que vaya poca gente. Pero lo que vimos el martes en el encuentro entre los Detroit Tigers vs los Cleveland Guardians fue demasiado triste.

Los Tigers son un equipo que están en una reestructuración. Eso lo entendemos. Pero que de plano hubiera solo un par de docenas en ese gigantesco estadio hace que casi nos den ganas de volar hasta Detroit para ir a su próximo juego y apoyarlos.

Según datos oficiales del equipo, hubo unas 10 mil personas en el estadio. Viendo las fotos en redes dudamos que hayan sido tantos.