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Japón ganó el martes por la noche su tercer campeonato del Clásico Mundial de Beisbol, después de derrotar 3-2 a Estados Unidos, y de dejar fuera a México en una apretada semifinal.

Sin embargo, más allá de quién ganó el campeonato, fue la última jugada la que emocionó a los fans del beisbol de todo el mundo. En la novena entrada, con un 3-2 en el marcador, Shohei Ohtani pitchaba a su compañero de los LA Angels Mike Trout.

Dos outs. El diamante vacío. El encuentro se reducía a estos dos rivales en un cierre crítico para el Clásico Mundial. 

Ohtani ponchó a Trout y los japoneses se fueron a festejar. Simplemente un final épico, que todos recordaremos por años.