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La pésima organización olímpica que podría costarle la vida a un tenista

Los organizadores de los Juegos Olímpicos la regaron en grande con su planeación de los partidos de tenis. En el verano, las temperaturas (...)

Los organizadores de los Juegos Olímpicos la regaron en grande con su planeación de los partidos de tenis. En el verano, las temperaturas en Tokio suelen estar por encima de los 30º Celsius (86º F) y la humedad en la capital nipona hace que la sensación térmica pueda ser sofocante. Así que cuando decidieron que los encuentros de tenis comenzaran a las 11 de la mañana, básicamente decidieron poner en juego la salud de los tenistas.

Esta semana, la tenista española Paula Badosa no tuvo más remedio que retirarse de la competencia de cuartos de final ante la checa Markéta Vondrousová después de que sufriera un golpe de calor el miércoles. Aunque los servicios médicos intentaron refrescarla con hielo y agua, la tenista no pudo regresar a terminar el juego y tuvo que dar por perdido el sueño de irse a casa con una medalla olímpica.

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EFE/Juan Ignacio Roncoroni/Sipa USA

Badosa es la primera tenista que queda fuera debido al abrasador calor, pero está lejos de ser la primera que lo sufre y reclama al respecto. El tenista ruso Daniil Medvédev reclamó la pésima selección de horarios y aseguró (exagerando un poco) que incluso ve posible el riesgo de morir en la duela debido a la temperatura.

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Geoff Burke-USA TODAY Network

“Puedo acabar el partido, pero también puedo morirme. Y si me muero, ¿será usted responsable?”, dijo el número dos del mundo durante su clasificación para los cuartos de final del torneo olímpico. El ruso agregó que durante su último juego: “No sabía qué hacer para sentirme mejor. Estaba listo para desplomarme en la pista”.

También el tenista argentino Diego Schwartzman reclamó al respecto. “Está claro que tienen mucho por corregir, la organización no lo hizo nada bien”, dijo el ‘Peque’, y sentenció: “Que tres personas en aire acondicionado decidan que juguemos con 40 grados todos los días es una locura”.

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EFE/Juan Ignacio Roncoroni/Sipa USA

Los organizadores hicieron ajustes menores en los horarios, pasando algunos partidos que iniciaban a las 11 de la mañana a las 3 de la tarde. Aún así, el calor en ese horario se sigue sufriendo por los atletas y la mala organización podría significar, aunque no sea una muerte fulminante como supone Medvédev, sí el retiro de otros jugadores, que perderían su oportunidad de medalla por una mala planeación.

Parecería una decisión lógica. Simplemente hace falta echar un vistazo a las temperaturas y elegir horarios de menor calor posible. Claramente esto lo pasaron por alto los organizadores a quienes, como bien señala Schwartzman, ni se les ocurrió pensar más allá de sus cómodas condiciones al interior de una oficina.